lunes, octubre 22, 2012

El interino.

Después de leer esta carta que encontré por la red he sido capaz de entender el porqué de mis altibajos de humor, esa tristeza perenne, las pocas ganas de hacer nada... ¿Es o no un ataque contra la dignidad humana? Todo aquél que no es (o no ha sido) sustituto no lo entiende. Lamentablemente aquellos que hace tiempo lo fueron lo olvidan. Es triste, muy triste, querer ser profesor y obtener como respuesta este maltrato que no todos pueden superar. ¿cuántos no lo habrán abandonado? Es una realidad y es este mundo de "yo me salvo el culo" estamos vendidos, aceptando condiciones pésimo todo por un "me han llamado!". Triste, os dejo la carta. 

CARTA A UN INTERINO
Miguel Ángel Santos Guerra.
 Catedrático de Didáctica.
Universidad de Málaga.

 No es difícil entender cómo te sientes en esa situación de provisionalidad. Estás con unos compañeros que pronto dejarán de serlo. Desarrollas un proyecto que tú no has elaborado. Tienes unos alumnos que mañana ya no serán tus alumnos. No tienes raíces. No eres un árbol bien arraigado en la tierra, si no una maceta que se coloca en un lugar u otro según las exigencias y necesidades del sistema. Cuando defiendes con vehemencia tu postura en un claustro, algunos te miran con recelo pensando “¿Qué dice éste que va a estar aquí cuatro días?”. Y tú mismo te frenas porque no quieres decidir cómo tienen que hacer los demás las cosas cuando tú te vayas. Tus palabras, tus actitudes, tus actuaciones, tus votos están condicionados por tu condición de provisional. Parece que tienes menos categoría profesional que los demás. Porque en tu centro ya hay catedráticos y propietarios de la plaza y compañeros que tienen una situación estable. Tú eres un simple interino. Un profesional que “ya, pero todavía no”. Tu trabajo no tiene la continuidad necesaria. Has llegado cuando ya todo está en marcha y te irás cuando nada esté acabado. Tu actividad se ve condenada a un presente que cercena iniciativas y proyectos de largo alcance. ¿Vas a empeñarte en introducir modificaciones para los próximos años?. ¿Vas a meterte en una experiencia que requiere mucho tiempo para asentarte?. Tu corazón no puede agarrarse con fuerza a las personas porque pronto tendrás que desprenderte y despedirte de ellas. Te resistes a encariñarte con el centro, con los compañeros, con los alumnos, con las tareas porque pronto tendrás sobre el corazón el desgarro de tener que dejarlo todo. Eres un experto en holas y adioses. “Me voy”, es tu frase más frecuente.Y a empezar de nuevo. A sentir sobre ti las miradas recelosas, el vacío que los grupos ya balcanizados generan en torno a ellos. Allí hay un archipiélago y tú estás siempre (sobre todo al principio) nadando entre dos aguas. Quizás algún grupo intente meterte en sus filas, captar un nuevo miembro. Pero tú tienes que analizar antes la situación, saber quién es quién, para no caer en una trampa. Tu paso por el centro será un pequeño recuerdo, una estela fugaz. Te recordarán por algunas cosas que dijiste, por algunas cosas que hiciste, pero muchos ni siquiera se aprenderán tu nombre y serás, sencillamente, el interino. Tu memoria se borrará fácilmente de la mente de tus compañeros y de tus alumnos. Porque eres una estrella fugaz. Fuera de tu centro de trabajo vives una situación similar. Has alquilado una casa y tienes en el barrio la condición de turista o de extranjero. Pronto te irás. Es más, quizás no sepas exactamente cuándo te irás. Habrías pagado con alquileres un buen piso y sólo tienes en propiedad el baúl de tus pequeñas cosas. El proyecto de vida también se ve condicionado por los constantes traslados. Si ya tienes pareja, inviertes la mitad de tu sueldo en teléfono y en viajes. Y constantemente aplazas una decisión definitiva. ¿Dónde vamos a residir?. ¿Qué haremos luego con los niños?.El peregrinaje que realizan los profesores y profesoras de la escuela pública, profesionales de la itinerancia, llega a situaciones increíbles. Trece casas en doce años. ¿Quién da más?. Ni un diplomático de carrera. Eres un especialista en mudanzas. No hay muchos que reparen en tu situación, en esas vivencias inquietantes que produce el sentirse un extraño. Por el contrario, muchos te felicitarán por la suerte de haber encontrado un trabajo. Incluso tú mismo te dices: peor están otros, que no pueden hacer ni siquiera una sustitución. Mi querido trashumante, es probable que te preguntes y que te pregunten: ¿cómo poner fin a esta situación angustiosa?. La oposición, dicen. La oposición, te dices. Que se convoca cuando se convoca. Que tienes que preparar entre clases, comidas y viajes para ver a la familia porque no vas a estar como un exiliado permanente. Una oposición que luego se convierte en una lotería entre los cientos de solicitantes. O en algo peor: en un apaño justificado con los amigos de los miembros del tribunal. No es fácil decirte unas palabras que aminoren los problemas de tu situación. Que tengas paciencia, quizás. Que hagas mientras tanto las cosas bien, como si siempre te fueras a quedar allí. Que aprendas de experiencias tan diversas, de situaciones tan variopintas. Que brindes lo mejor de ti mismo y que te quedes con lo bueno que encuentres. Mientras tanto. Mientras la administración piensa en ti. Mientras tus compañeros se entrenan en el arte de la acogida. Mientras tú esperas activamente. Mientras todos luchamos porque la situación de los profesores de la escuela pública le permita dedicarse a su tarea de una forma estable y coherente. Digo todos porque en esa lucha tienen que estar los que han alcanzado la estabilidad. No es de recibo en ningún sitio ni en ningún caso, y menos en la educación, pensar que el que venga detrás que arree.
 Un abrazo.

jueves, octubre 18, 2012

"Feucha"

¿Alguna vez os han dicho: "qué feucha estás"? (imaginad acompañado de cara de asco...). Sí hoy me lo han dicho y sólo por no ponerme corrector y llevar mis gafas... Estoy cansada de tener que ir perfecta para que la gente no hable de ti, hay días en los que no te apetece arreglarte y no por eso eres "feucha".

viernes, abril 27, 2012

Nostalgia.


Estoy triste, nostálgica. Hace justo 3 días que llegué a mi centro de trabajo y la titular se había presentado sin avisar previamente... (pasopalabra).

Desde entonces estoy cabizbaja, triste, lenta... tengo un no sé qué en el pecho y el estómago. Tengo muchísimo tiempo para mí, ya me he cuidado, he retomado la lectura por placer que tanto anhelaba... pero sigue estando ahí el no sé qué. 
He podido trabajar seguidos casi 6 meses y he conocido a unos alumnos maravillosos -y no pensemos que por la pérdida los estoy idealizando, NO, es que lo son-. Me han llenado de cariño y amor y, claro, ahora aparece la nostalgia con su cara triste y apagada y me está costando sudor y esfuerzo reponerme. Encima el panorama laboral con los recortes no es que pinte muy bien...
Debo quedarme con lo bueno, he conocido a una personillas maravillosas (con los que sigo en contacto a través de facebook) y a muchos compañeros a los que les había cogido muchísimo cariño... y de ahí que ahora me sienta con un no sé qué en no sé dónde...

domingo, febrero 12, 2012

¿Hablar en lenguaje llano?


No sé cómo decirlo para que no me critiquen… Hoy leía un artículo en el periódico y, aunque lo entendía perfectamente, me parece absurdo utilizar palabras caducas y extravagantes para hacer entender a la gente que sabes escribir.
Nunca he entendido el escribir “gongorino”, ¿qué sentido tiene escribir si sólo te pueden entender unos pocos?
He tenido discusiones varias con gente por este tema. Me dicen: “es una lástima que se pierdan las palabras”. Lo es, pero las palabras son como las cucarachas: nacen, crecen, se reproducen y mueren (lo sé muy mal ejemplo). Yo las defiendo pero debemos dejarlas marchar, tienen su tiempo de vida su uso y luego, son como los hijos, debes dejarlas marchar.
Recuerdo una época cuando estudiaba la carrera en la que me dio por utilizar “sobremanera”: me aburres sobremanera, estoy cansada sobremanera… Era pedante SOBREMANERA.
No podemos pretender guardar miles y miles de palabras en nuestro lexicón porque luego no las usamos. Es como el armario, siempre acabas con  la misma camiseta.
Que quede claro que amo las palabras con locura y que no debemos confundir dejar de lado palabras en desuso con hablar de forma incorrecta.
Hoy, os dejo mi reflexión dominguil: ¿Debemos usar palabras antiguas y rebuscadas o, por el contrario, debemos escribir como hablamos? (entiéndase siempre hablar de forma correcta, es decir, no todo vale.).
Un abrazo y feliz dura entrada a la semana.

domingo, febrero 05, 2012

Reflexiones semanales.

Como siempre hago (aunque no lo haga en público), este fin de semana también he reflexionado sobre mi vida y mi semana... tan liada que algunas veces al despertarme no sé que día es, ni qué tengo que hacer...
Estas semana las reflexiones son varias:

1. El TOM TOM es tonto, directamente y si contemplaciones. En mi viaje para hacer el primer examen de este año (estadística), se empeño en repetir una y otra vez "revolt pronunciat a la dreta" (que viene a ser lo mismo que "niña! agárrate que tienes que girar bruscamente a la derecha"). Tanto se empeñó el tonto en el giro que, a pesar de ver que no podía ser, giré y me hizo cambiar de sentido y perder 15 minutos.

2. El examen de Estadística no me fue tan mal, pero seguro que no apruebo y ya me lo que dejado todo bien ordenadito para septiembre.

3. Me he hecho un nuevo propósito: " no volver a comprar un bolígrafo hasta que no acabe tooooooooooooodos los que andan por casa" (algunos desde hace tanto tiempo que ya son como de la familia).

4. Como mi propósito de los bolígrafos sea como el de: "no voy a comprar cremas hasta que no termine toooooooooodas las que tengo...", vamos apañados, ayer mismo me compre dos cremas más.

5. Relacionada con las cremas. Nada más entrar en la farmacia y pedir la crema la contestación fue: "¿antiarrugas?" Me hago mayor y se nota, se empeño en que me llevara una de contorno al 50%.

6. Hago tantas cosas que no sé qué narices hago y no tengo tiempo para nada, todo el día corriendo, entre apuntes y estudiando, al final me quedaré cegata...

7. (y creo que última) no sé si quiero traer niños a este mundo con lo mal que está y lo difícil que se está poniendo. [ésta última la debo reflexionar un poco más, quizá para el próximo fin de semana].

Me voy a ver Pagina 2.
Que tengáis un buen inicio de semana y ánimo que ya se acaba!

viernes, enero 27, 2012

Viajar por la lectura...

Con tan poco tiempo para mí, preparar clases, estudiar para la carrera, trabajar, la casa...

Sólo quiero tener tiempo para coger un libro y pasar horas perdida en mundos maravillosos, vivir nuevas historias y disfrutar...

Qué ganas tengo de perderme en un libro... esas serán mis vacaciones de este año...

Un abrazo!